¿Cómo fomentar la lectura en niños?
¿Cómo fomentar la lectura en niños?
5 consejos
La lectura favorece el desarrollo intelectual de un niño o niña.
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La importancia de la lectura en la infancia
El lenguaje tiene un papel crucial para el desarrollo del niño, tanto para los procesos cognitivos como para la interacción con el entorno. El lenguaje en este sentido no se limita al uso verbal de las palabras, sino que es todo un proceso a través del cual los niños dotan de significados y de sentido a las cosas que les rodean. Esto último es lo que les permite establecer tanto una identidad personal como entablar comunicación con los demás.
Una de las prácticas que fomenta especialmente el desarrollo del lenguaje, así como la comunicación e incluso de los afectos, es la lectura. Así pues, fomentar la lectura desde la primera infancia es importante porque permite al niño comprender e interactuar con el mundo.
¿Cómo fomentar la lectura con mis hijos ?
La lectura es indispensable para interactuar, y para establecer deseos, emociones y sentimientos, así como para externalizarlos. Es por ello que te brindamos a continuación algunos consejos que te orientaran en este proceso.
1.Hacer de la lectura un encuentro significativo |
Al tratarse de niños pequeños (especialmente entre los 0 y los 2 años), la lectura se fomenta siempre y cuando se trate de una actividad por medio de vínculos afectivos.
Es por ello que la lectura debe ser compartida, ya que los niños más pequeños aprenden especialmente en relación con los adultos. Fomentar los encuentros significativos con la lectura es algo que fomenta la lectura misma, ya que influye en cómo los niños perciben y sienten esta actividad.
Un tips importante es leerles a los niños antes de acostarse, antes de tomar la siesta o después de una actividad que requiera descanso. Hacer esto a largo plazo también les permite asociar la lectura con un momento de relajación.
2. Utilizar materiales atractivos y una tonalidad llamativa |
Los niños aprenden por medio de los sentidos (la vista, el oído, el tacto, el olfato, el gusto), por eso es importante elegir cuentos y materiales que sean atractivos. Por ejemplo, hay muchos libros que tienen texturas o que tienen sonidos, y es importante buscar aquellos que no tienen muchas palabras ni frases complejas.
Al narrar los cuentos nosotros mismos es importante mantener un tono y un volumen de voz que sea llamativo y brindándole entonación. De esta manera fomentamos el reconocimiento de emociones y atraemos la atención del niño hacia la lectura.
Otra actividad que se recomienda es crear un cuento sobre animales con imágenes que el mismo niño elija.
3. Permitir que el niño elija con libertad |
Es importante darles la libertad de que elijan por sí mismos los libros que quieren leer, la historia que más les llaman la atención, de manera que su interés por la lectura no se vea interrumpido.
Así mismo es importante ofrecer distintas modalidades de lectura. Hay literatura que está escrita por niños, y hay literatura que está escrita o adaptada para los niños. Algo que favorece el interés de los pequeños por la lectura es tener a la mano varias opciones y presentarlas una a una, de manera que les permitamos explorar sus intereses de forma libre
4. Destinar un espacio especial y cómodo para la lectura |
La lectura es una actividad que pone en juego nuestras emociones, deseos, necesidades o estados de ánimo; también es importante leer en un lugar cómodo.
Es importante destinar un espacio especial para lectura, por ejemplo: , leer en su cama , en un sofá a su tamaño, pequeñas almohadas o una alfombra, junto con una caja , cajón o librero con distintos libros.
5. Procurar que la rutina diaria incluya la lectura (crear el hábito) |
La lectura puede convertirse en un hábito, y como tal, es una práctica que puede reforzarse mediante la repetición continuada. Sobre todo, cuando se trata de niños mayores, el hábito de la lectura puede fomentarse si le dedicamos un tiempo diario.
Es importante desarrollar iniciativa propia por leer y hacerlo junto con él, e invitarlo a través de libros que le resulten llamativos (aunque a nosotros no) y a un ritmo que sea prudente. De esta manera puede explorar la lectura bajo su propio interés, en lugar de comprenderla como una actividad tediosa, obligatoria o aburrida.
Para ello se pueden utilizar refuerzos motivadores para ellos y refuerzos positivos, que lo incentiven a leer diariamente.
Denalee Godoy, Psicopedagoga Master en liderazgo, Universidad Andrés Bello.
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